Durante varios miles de años, la humanidad ha utilizado las propiedades beneficiosas del aloe en industrias como la medicina y la cosmetología. Y en el antiguo Egipto, la composición a base de aloe se preparaba para embalsamar. Hace un siglo y medio o dos, en Europa, los médicos prescribían aloe a los pacientes con tanta frecuencia como medicinas, y la medicina moderna se refiere a este "médico en una olla de barro" sin una sombra de condescendencia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que de las más de 400 especies de aloe que existen en la actualidad, solo el árbol de aloe y el aloe vera (aloe real o aloe barbados) tienen propiedades curativas.
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Las propiedades curativas del aloe
El aloe es una planta perenne relacionada con las suculentas, que se distinguen por el hecho de que pueden retener una gran cantidad de humedad en sus hojas durante mucho tiempo. En la naturaleza, el aloe crece hasta dos y, a veces, hasta cinco metros de altura, en casa, el arbusto de aloe no supera varias decenas de centímetros. Debajo de la fina piel de las hojas jugosas hay una masa espesa parecida a un gel, que es la base curativa del medicamento.
Se pueden obtener dos sustancias del aloe vera que se utilizan tanto en la medicina popular como en la tradicional: jugo y gel. El jugo de aloe contiene una gran cantidad de nutrientes: microelementos (calcio, potasio, magnesio), vitaminas (C, B, A, E), sales minerales, enzimas, taninos, flavonoides, catequinas, glicoproteínas y polisacáridos. Además, los cosmetólogos afirman que la aloína contenida en las hojas de aloe neutraliza los efectos nocivos de la luz solar en la piel y le da elasticidad.
Pero la principal riqueza del aloe casero, a menudo llamado popularmente agave, son los fitoncidas antibióticos naturales, que se utilizan con éxito en la lucha contra enfermedades virales y procesos inflamatorios. Después de analizar la composición química del jugo de aloe, los científicos encontraron que la planta tiene propiedades antiinflamatorias, bactericidas, limpiadoras, inmunomoduladoras, antialérgicas, antiespasmódicas y regenerativas, que restauran y respaldan las funciones vitales del cuerpo.
Aloe vera para enfermedades
¿Qué enfermedades trata el aloe vera? Desde la antigüedad, las quemaduras y heridas, incluidas las purulentas, se han curado con el jugo y la masa de hojas de aloe. Los historiadores afirman que Alejandro Magno conquistó la isla de Socotra únicamente por las plantaciones de aloe, que cultivaban los lugareños. Después de la victoria, fue con compresas de aloe que los conquistadores trataron a los soldados heridos. Además, el jugo de aloe trata con éxito las infecciones causadas por estafilococos y estreptococos, se usa en el tratamiento de abscesos y flemón. El aloe-emodina en el jugo, que previene el desarrollo de formaciones malignas, promueve el crecimiento de células nuevas y saludables.
Las propiedades beneficiosas del aloe en odontología se utilizan eficazmente: en el tratamiento de la estomatitis, periodontitis y periodontitis, se demuestra que mastica las hojas o se enjuaga la boca con jugo de plantas; El dolor de muelas agudo se puede aliviar rápidamente colocando un trozo de hoja de aloe en un diente dolorido. Con la calvicie local, frotar el jugo de agave en el cuero cabelludo con un masaje simultáneo de las áreas problemáticas tiene un efecto maravilloso, despertando así los folículos pilosos. Y también elaboran mascarillas a partir de aloe, que tiene propiedades anti-envejecimiento.
Los oculistas recomiendan el aloe en el tratamiento de la atrofia óptica, conjuntivitis, miopía, queratitis, blefaritis e incluso glaucoma. Para ello, se utiliza un extracto acuoso de una planta de producción industrial. En el tratamiento de enfermedades de la piel (dermatitis, eczema, cualquier manifestación de alergias en la piel), las hojas de aloe se cortan finamente y se utilizan como base para compresas. En circunstancias imprevistas, con la ayuda del aloe se puede detener el sangrado, ya que los taninos y las catequinas aumentan la coagulación de la sangre.
Las propiedades curativas del aloe también se utilizan en el tratamiento de enfermedades de los órganos internos, como, por ejemplo, colecistitis, enfermedad coronaria, diabetes, estreñimiento crónico, enfermedades inflamatorias del estómago, intestinos, riñones, orina y vesícula biliar. El aloe también se usa activamente en ginecología. En cuanto a cosmetología, no existe una sola empresa de cosmética conocida que no utilice las propiedades beneficiosas del aloe en sus productos.
Pero, a pesar de la evidencia existente de las propiedades beneficiosas del árbol de aloe, se debe usar con precaución, especialmente cuando se trata de consumir jugo de aloe internamente. Si bien el uso inadecuado no dañará mucho su salud, puede sufrir algunos efectos secundarios. Por lo tanto, use este "elixir de vida" solo por recomendación de un médico y en dosis estrictamente prescritas.