Durante la lactancia, la granada puede ser de gran beneficio tanto para la madre como para el bebé, pero su introducción en la dieta durante la lactancia debe abordarse de forma responsable. Las frutas exóticas son ricas en sustancias biológicamente activas que pueden estresar innecesariamente el sistema digestivo inmaduro de un recién nacido.
¿Es posible comer granada para una madre lactante?
Una mujer durante el embarazo y la lactancia está especialmente atenta a su dieta, ya que las sustancias contenidas en los alimentos se entregan al bebé con leche. La granada se considera una de las frutas más útiles, que no solo apoya el cuerpo de la madre después del embarazo y el parto, sino que también tiene un efecto beneficioso en el bebé. Al mismo tiempo, la granada es un alérgeno.
Dado que el cuerpo de una mujer lactante después del embarazo debe restaurarse, los expertos creen que es posible comer granadas con HB, pero una mujer debe usarlo correctamente para no lastimarse a sí misma y al bebé.
¿Se puede usar jugo de granada para amamantar?
Una madre lactante puede usar jugo de granada diluido con agua o cualquier jugo de vegetales para que los ácidos que lo componen no causen reacciones secundarias no deseadas.
¡Atención! Al amamantar, es mejor preparar el jugo de granada usted mismo; de esta manera, puede guardar todas las vitaminas y nutrientes sin usar conservantes.
¿Por qué es útil la granada y el jugo de granada para la HS?
Los beneficios del jugo de granada y la granada durante la lactancia se explican por su composición química única: aminoácidos esenciales, vitaminas B, ácido ascórbico, yodo, hierro, potasio, silicio; estos son solo algunos de los ingredientes que una mujer lactante necesita especialmente.
La granada y el jugo ayudarán a hacer frente a las siguientes condiciones comunes después del embarazo:
- La anemia por deficiencia de hierro;
- agotamiento nervioso y físico;
- hipertensión;
- trastornos del sueño;
- inmunidad debilitada;
- avitaminosis;
- mal funcionamiento del sistema digestivo.
Cómo introducir la granada en la dieta de una madre lactante.
Como en el caso de otros productos, es necesario comenzar la introducción de granada y su jugo en la dieta de una madre lactante gradualmente, en pequeñas porciones, no más de 5 granos o una cucharadita de jugo. En este caso, es necesario controlar cuidadosamente la condición del bebé. La regla principal de la dieta de lactancia es probar solo un producto a la vez, de modo que, en caso de efectos indeseables, pueda rastrear qué los causó exactamente.
El riesgo de reacciones negativas a la granada es especialmente alto en los primeros 3 meses, cuando el sistema digestivo de un bebé amamantado apenas está aprendiendo a digerir los alimentos. Debe comenzar a comer granada con algunas semillas y, si el bebé no tiene consecuencias indeseables, la dosis se puede aumentar gradualmente. La reacción del bebé continúa siendo monitoreada durante 2 a 3 semanas, ya que las manifestaciones alérgicas no ocurren de inmediato. Si aparece una erupción o descamación en la piel o cambios en las heces, el uso de granada debe suspenderse inmediatamente y reanudarse no antes de 8 a 10 semanas.
Es mejor si la granada se introduce en la dieta de una mujer lactante en otoño o invierno; en este momento, las frutas de la más alta calidad se pueden encontrar en los estantes de las tiendas. Además, los expertos recomiendan que una madre lactante coma verduras y frutas cultivadas en el área donde vive. Esto reduce significativamente el riesgo de efectos secundarios.
Reglas para comer granada durante la lactancia
Los principios fundamentales del uso de granada durante la lactancia son los siguientes:
- un aumento gradual del número en pequeñas dosis;
- moderación;
- rastreando las reacciones de mamá y bebé.
Durante mucho tiempo se ha observado que si ocurre alguna reacción a un producto en una madre lactante, es muy probable que aparezca en un bebé.
En el primer mes
Los pediatras creen que amamantar la granada en el primer mes hará más daño que bien, por lo que no recomiendan comenzar a usarla tan temprano.
En primer lugar, en este momento, la lactancia está mejorando y cualquier cambio en el sabor de la leche puede llevar a que el bebé rechace el pecho si no le gusta el sabor. En segundo lugar, la microflora intestinal del recién nacido aún no se ha formado, lo que significa que existe un alto riesgo de que su sistema digestivo inmaduro no haga frente a la carga.

En el segundo mes
Si una mujer, durante la lactancia, por alguna razón desea introducir la granada en la dieta lo antes posible, hacia el final del segundo mes, puede agregar granos a los platos sometidos a tratamiento térmico. Esta fruta va bien con pollo y carne. Después de cocinar, pierde algunas de las vitaminas, pero las sustancias que son potencialmente peligrosas para el bebé se destruyen parcialmente durante el tratamiento térmico.
Puede intentar consumir 3-4 granos al día una vez a la semana o beber unos sorbos de jugo fuertemente diluido con agua. Es mejor realizar estos experimentos por la mañana para poder seguir la reacción del bebé durante el día. Sin embargo, debe recordarse que el cuerpo del niño continúa adaptándose al nuevo tipo de nutrición, y cualquier cambio en la composición química de la leche puede provocar consecuencias indeseables, por lo tanto, comer granada cuando amamanta a un niño a los 2 meses aún es indeseable.
En el tercer mes
Muchas madres que amamantan a partir del tercer mes intentan diversificar su menú, incluyendo cada vez más frutas. Si el niño no tiene ninguna reacción adversa a ellos, puede introducir granada gradualmente. Al amamantar, se permite consumir hasta 10 granos a la vez, monitoreando cuidadosamente cualquier posible reacción del bebé. Los principios de gradualidad y moderación siguen siendo relevantes a esta edad.
¿Cuánta granada se puede comer durante la lactancia?
La cantidad de granada que puede consumir una madre lactante depende de la edad del niño. Algunos pediatras no recomiendan comer esta fruta hasta que el bebé tenga entre 5 y 6 meses. Otros expertos no ven el peligro en su uso moderado durante la lactancia, siempre que la fruta se introduzca correctamente en la dieta.
Al amamantar a un recién nacido, es preferible beber jugo de granada diluido con agua, ya que dicha bebida se considera un producto menos alergénico. Puede beber algunos sorbos, diluyendo el jugo con agua o jugos de vegetales no ácidos en una proporción de 1: 1.
Se desaconseja enérgicamente que una mujer lactante coma granadas todos los días.
La cantidad máxima de granada que puede comer una madre lactante es un cuarto de fruta pequeña madura, pero no demasiado madura, no más de una vez cada 6-8 días, siempre que el niño haya cumplido los seis meses de edad y que no cause efectos secundarios ni en ella ni en el bebé. reacciones.

Al año, si continúa la lactancia materna y la madre no presenta efectos indeseables por comer granada, se puede aumentar su cantidad. Está permitido comer 1 fruta pequeña cada dos días. En este momento, ya se han introducido alimentos complementarios y el bebé puede tolerar los cambios en la composición química de la leche con mucha más facilidad.
Limitaciones y contraindicaciones.
Dado que la granada tiene un efecto biológicamente activo pronunciado, debe tenerse en cuenta que puede causar cólicos, estreñimiento, diarrea y reacciones alérgicas en un niño. Con extrema precaución, una madre lactante debe usar esta fruta en los siguientes casos:
- una tendencia al estreñimiento tanto en una madre lactante como en un niño;
- predisposición a las alergias;
- presión arterial baja;
- aumento de la acidez del estómago, gastritis.
Si los familiares tienen alergias a los alimentos, es mejor que una mujer lactante se abstenga de comer granada y su jugo durante los primeros 5 meses después del parto.
¡Atención! Los ácidos de frutas que contienen las semillas de granada son perjudiciales para el esmalte dental, por lo que se recomienda enjuagar la boca con agua después de consumirlas. Es mejor beber jugo de granada con una pajita.Durante la lactancia, no puede comer semillas de granada junto con las semillas, ya que contienen estrógenos, sustancias que afectan los niveles hormonales.
Conclusión
La granada durante la lactancia no está prohibida, puedes comerla, pero con mucho cuidado. Para que esta maravillosa fruta beneficie tanto a la madre como al niño, debe introducirse gradualmente en la dieta, controlando cuidadosamente la reacción del bebé. Por cualquier consecuencia negativa, su uso debe abandonarse por un tiempo.